Los activos varados son "activos que han sufrido amortizaciones, devaluaciones o conversión en pasivos imprevistos o prematuros".[1] Los activos varados pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo la "destrucción creativa" del crecimiento económico, la transformación y la innovación. Los activos varados plantean riesgos para los estados, las empresas y las personas y pueden implicar un riesgo sistémico para la estabilidad financiera.[2][3]
El término es importante para la gestión de riesgos financieros a fin de evitar pérdidas económicas después de que un activo se haya convertido en un pasivo. Los contadores tienen medidas para hacer frente al deterioro de los activos (por ejemplo, el estándar internacional contable IAS 16) que buscan asegurar que los activos de una entidad no se lleven a más de su monto recuperable.[4] En este contexto, los activos varados también se definen como un activo que se ha vuelto obsoleto o no rentable, pero que debe registrarse en el balance general como una pérdida de beneficios.[5]