Cortisona | ||
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Nombre (IUPAC) sistemático | ||
17,21-dihidroxipregn -4-ene-3,11,20-triona | ||
Identificadores | ||
Número CAS | 53-06-5 | |
Código ATC | H02AB10 S01BA03 | |
Datos químicos | ||
Fórmula | C21H28O5 | |
Peso mol. | 360.46 g/mol | |
Datos físicos | ||
P. de fusión | 220–224 °C | |
La cortisona (17-hidroxi-11-corticosterona) es una hormona esteroide (lipídica). Químicamente es un corticosteroide muy parecido a la corticosterona. Esta se clasifica como corticosteroide (glucocorticosteroide).[1] Se utiliza para tratar una gran variedad de dolencias y puede ser administrado vía intravenosa, oral, intraarterial o cutánea. La cortisona disminuye el sistema inmunitario (inmunosupresora), reduciendo así la respuesta inflamatoria, neutralizando el dolor e hinchazón en el sitio dañado. Sin embargo, sus influjos sobre el sistema inmunitario pueden conducir a varios efectos secundarios, particularmente cuando se utiliza la cortisona durante un período largo de tiempo. El cuerpo produce corticosteroides de forma natural en la corteza de las glándulas suprarrenales. Estos influyen en el funcionamiento de muchos de los sistemas corporales (corazón, inmunidad, músculos, huesos y los sistemas endocrino y nervioso). Ejercen una gran cantidad de efectos incluyendo efectos en el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y grasas. Ayudan a mantener el equilibrio de fluidos y electrolitos.
La cortisona y el cortisol no son lo mismo.[2] El cortisol es el glucocorticoide más abundante en los humanos, mientras que la cortisona es menos abundante, pero es el dominante en los roedores. Ambos se producen en la zona fascicular de las glándulas suprarrenales, pero la cortisona se produce, además en la zona glomerulosa de estas. La mayor diferencia es que la cortisona es la molécula precursora de la aldosterona, un mineralocorticoide crucial para los moduladores homeostáticos de los niveles de sodio y potasio.