El descarburizado (también denominado descarburación o descarbonización) es el proceso opuesto al carburizado, es decir, la disminución del contenido de carbono de un material determinado.
El término se usa típicamente en metalurgia, describiendo la disminución del contenido de carbono en los metales (generalmente, en el acero). El descarburizado se produce cuando el metal se calienta a temperaturas de 700 °C o más, de forma que el carbono del metal reacciona con gases que contienen oxígeno o hidrógeno.[1] La eliminación del carbono elimina las fases con carburo duro, lo que da como resultado un ablandamiento del metal, principalmente en las superficies que están en contacto con el gas de descarburizado.
El descarburizado puede ser ventajoso o perjudicial, según la aplicación para la que se vaya a utilizar el metal. Por lo tanto, es algo que se puede introducir como un paso en un proceso de fabricación, o algo que sucede como un efecto secundario de un proceso (como el laminado) y debe prevenirse o revertirse posteriormente (añadiendo un proceso de carburizado).
El mecanismo de descarburizado se puede describir como tres procesos distintos: la reacción en la superficie del acero, la difusión intersticial de átomos de carbono y la disolución de carburos dentro del acero.[2]