TDAH: Definición El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) es un trastorno en el que intervienen tanto factores genéticos como ambientales. El TDAH es un trastorno de conducta que aparece en la infancia, y que se suele empezar a diagnosticar en torno a los 7 años de edad aunque en algunos casos este diagnóstico se puede realizar de una manera más precoz. Se manifiesta como un aumento de la actividad física, impulsividad y dificultad para mantener la atención en una actividad durante un periodo de tiempo continuado. Además de esto hay niños en los que se observan a su vez problemas de autoestima debidos a los síntomas propios del TDAH y que los padres no suelen asociar a dicho trastorno. A su vez, el TDAH se puede asociar con frecuencia a otros problemas, y sus consecuencias se aprecian en distintos ambientes de la vida del niño, no solo el escolar, sino que también afecta en gran medida a las relaciones interpersonales tanto con la familia, como con otros niños y con sus educadores, siendo estas interrelaciones clave en el desarrollo del niño.
Según la clasificación norteamericana de enfermedades psiquiátricas DSM-IV, no todas las personas que padecen TDAH tienen el mismo cuadro clínico. En algunas de ellas predominan los síntomas de TDAH de inatención, en otras los de hiperactividad e impulsividad, y en otras hay problemas tanto atencionales como de hiperactividad e impulsividad (lo que se conoce como TDAH combinado o mixto). Es decir, el TDAH se puede desglosar en varios subtipos, dependiendo de qué grupo de síntomas predominen.
Estas variantes son conocidas como "subtipos del TDAH". De todos ellos el más frecuente es el combinado, seguido del predominantemente hiperactivo-impulsivo. El subtipo predominantemente inatento es el menos frecuente de ellos, y se da más en niñas que en niños, frente a los otros cuadros clínicos que se detectan más en niños que en niñas. Es decir, debido a que los síntomas de inatención son más sutiles, se detectan menos y provocan que el diagnóstico de TDAH en niñas/adolescentes tarde más en realizarse o, en muchos casos, pase inadvertido.
Causas del TDAH: Origen Biológico
A día de hoy, la causa última del TDAH es desconocida. Sin embargo, de lo que cada vez se tienen más evidencias es de que se trata de un trastorno heterogéneo, multifactorial, del cuál parece improbable encontrar una única causa del TDAH. Las conceptos iniciales que lo definían como "daño cerebral mínimo" han evolucionado gracias a estudios de neurobiología y fisiopatología, neuroimagen y genética para buscar la causa del TDAH. Del mismo modo, aunque los factores psicosociales no se consideran actualmente como la principal causa del TDAH, el estudio de las disfunciones familiares existentes en niños con esta patología ha revelado que también estos factores tienen un importante papel en el desarrollo de los síntomas, en la aparición de otros problemas frecuentemente asociados al TDAH, y por lo tanto en el diseño de los tratamientos.
En cualquier caso, debe descartarse como origen o causa del TDAH a los padres del niño o sus métodos educativos. Las explicaciones centradas en la inexistencia del TDAH y su justificación mediante la culpabilización de los padres deben ser descartadas de una vez por todas como causa del TDAH, señalando además que en demasiadas ocasiones han llevado a diagnósticos tardíos, lo que conlleva una peor respuesta al tratamiento. No hablamos de un problema social ni de mala educación, ni de características particulares de ciertos niños a los que "se le van a pasar con la edad", sino de un trastorno concreto, con características clínicas y que en la actualidad se puede tratar adecuadamente mediante un abordaje adecuado.
Es decir, aunque de momento no existe un solo concepto que podamos señalar como causa del TDAH, las evidencias de que se trata de un problema neurobiológico, con una heredabilidad muy alta y sobre el que los datos de neuroimagen y genética cada vez están aportando mayor información, hacen que no se pueda considerar como la causa del TDAH una mala educación de los niños o el haber crecido en un ambiente inadecuado.
Causas del TDAH: Genética
El coeficiente de heredabilidad del TDAH es de 0,76, esto quiere decir que si un niño tiene TDAH, el 76% de la causa de TDAH es genética, es decir, no significa que si los padres tiene TDAH, exista un 76% de probabilidad de que su hijo tenga TDAH. Los factores genéticos en el TDAH se han demostrado en los estudios familiares realizados con muestras clínicas que han encontrado entre los padres de niños con TDAH un riesgo entre 2 y 8 veces superior al de la población normal de padecer ellos mismos el trastorno. Recíprocamente, el riesgo calculado para un niño de sufrir el trastorno si uno de los padres lo padece es del 57%. En los estudios de adopción, los hermanos no biológicos de niños con TDAH tienen menos riesgo de presentar el trastorno que los hermanos biológicos. Los estudios de gemelos señalan una concordancia del trastorno del 50% al 80% en gemelos idénticos frente a un 29-33% en gemelos no idénticos. Con estos datos podemos observar la relación existente entre genética y TDAH y señalár, por tanto, la genética como una de las causas del TDAH.
Así, parece que gran parte de la varianza del rasgo hiperactividad-impulsividad (70-90%) se debe a causas genéticas del TDAH, pudiendo incrementarse dicha contribución cuanto más extrema sea la manifestación clínica de dicho rasgo.
Los estudios de genética molecular han relacionado el trastorno fundamentalmente con varios genes en diferentes cromosomas y sus variaciones en el número de copias, por lo que se puede decir que una de las principales causas del TDAH es la genética.
En el año 2010 se publicaba en la revista Lancet, una de las más prestigiosas del mundo de la investigación, un artículo que añadía más evidencia en cuanto a que el TDAH no es un constructo social, es decir, algo relacionado solamente con el entorno del niño y su educación, sino que la causa del TDAH se debe en buena parte a modificaciones específicas en determinados cromosomas que componen el genoma humano.
Estudios de neuroimagen
Para el diagnóstico de TDAH no es necesario realizar pruebas de imagen salvo en casos concretos. No obstante, dichas pruebas realizadas en trabajos de investigación, están ayudando a conocer qué pasa en el cerebro de los niños con TDAH y en concreto si se detectan factores que puedan ser causa del TDAH.
Con las pruebas de neuroimagen se ha visto que en algunas zonas concretas del cerebro, hay una actividad menor de la esperada, que estaría en relación con la falta de atención y el exceso de movimiento, es decir, que sería causa del TDAH. En estas zonas podría existir un funcionamiento anómalo de algunos neurotransmisores pudiendo provocar un déficit en las funciones de esas zonas, por lo que podía ser esta una de las causas del TDAH.
Muestran este funcionamiento anómalo especialmente zonas determinadas del lóbulo frontal del cerebro, el cuál es el encargado de coordinar las funciones cerebrales y es por esto que este mal funcionamiento de estas áreas se considere hoy en día como posible causa del TDAH.