Jibāl (en árabe: جبال) era el nombre dado por los árabes a una región en Irán occidental, durante los califatos omeya y abasí.
Su nombre significa «las montañas» y es el plural de jabal, «montaña, cerro», destacando la naturaleza montañosa de la región.[1][2] Entre los siglos XII y XIV, el nombre Jibal se fue abandonando progresivamente y pasó preferirse el término ʿIrāq ʿAjamī («Iraq persa») para distinguirlo del «Iraq árabe», en Mesopotamia.[1][3][4] La región nunca tuvo fronteras claras, pero se suele acotar entre el desierto de Maranjab por el este, Fars y Juzestán por el sur, Irak por el suroeste y oeste, Azerbaiyán por el noroeste y los montes Elburz por el norte, lo que equivale aproximadamente al antiguo término Media.[1][3]
Durante el Califato abasí, Jibal formó una provincia separada con capital normalmente en Rayy, hasta que los abasíes perdieron la zona a comienzos del siglo X.[3] Aun así, durante la mayor parte del siglo IX, la región había estado gobernada por una dinastía local autónoma, los dulafíes.[3][5] A finales del siglo X y comienzos del XI, la mayor parte de Jibal se convirtió en un emirato búyida, mientras que el sur quedaba en manos de los kakuyíes.[3]