Lenticela

Lenticela en Prunus serrula.
Lenticela de Sambucus nigra.

Las lenticelas son formaciones con función respiratoria con forma de aberturas lenticulares, que se encuentran en la superficie de tallos, raíces y, más raramente pecíolos y frutos, de muchas plantas gimnospermas y dicotiledóneas. Las lenticelas son porciones especializadas de la peridermis formadas por un tejido con una ordenación celular bastante floja, que permiten el paso de aire y el intercambio de gases entre la atmósfera y los tejidos internos. En las plantas que forman peridermis durante su crecimiento secundario, la epidermis (con sus estomas) y otras capas superficiales son sustituidas por la peridermis, que tiene una capa de células de súber impermeables, que no permitiría el intercambio de gases si no se formaran en algunas zonas lenticelas.[1]

El nombre de lenticela procede de su forma lenticular (del latín lens lentis, lenteja). La forma concreta de las lenticelas es una de las características utilizadas para la identificación de especies de árboles. Son masas de células flojas que sobresalen ligeramente de la peridermis por una fisura transversal o longitudinal. Las lenticelas son visibles fácilmente, pero en plantas con mucha peridermis pueden quedar en el fondo de grietas en la peridermis.

Las lenticelas se pueden observar en el corcho que se emplea para fabricar tapones como conductos rellenos de polvo, procedente de las células muertas.[1]

  1. a b Strasburger, Eduard; Noll, F.; Schenck, H.; Schimper, A. F. W. (1985) [1983]. «IV». Lehrbuck der Botanik, 32ª [Botánica] (7ª edición). Barcelona: Marín S.A. p. 177. ISBN 84-7102-990-1. Consultado el 13. 

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