El organillo es un instrumento musical mecánico y portátil inventado en Italia en el siglo XVIII[1]. Fue perfeccionado en Alemania durante el siglo XIX en Alemania por migrantes Italianos. A principio del siglo XX, era ya popular en sus diferentes modelos en Francia, Países Bajos, España e Inglaterra principalmente[2].
Es un instrumento que puede ser mediante una manivela. Para producir música solo hace falta girar un manubrio que hace mover sobre su eje a un cilindro que contiene unas púas de diferentes formas y tamaños. En el modelo Español, unos macillos repercuten en las cuerdas de piano que se sitúan en el interior de un cajón haciéndolas sonar. También existen otros modelos, sobre todo en Francia y Alemania, que tienen tubos y serían de viento (como el de la ilustración). Cada rodillo solía tener 10 temas diferentes. En los instrumentos modernos la selección de la pieza se efectúa mediante una varilla con muescas, cada una corresponde a una partitura.
Por su facilidad de manejo, fue un instrumento popular que convivió con el piano e incluso con los gramófonos, sustituyéndolos en las fiestas populares. Era un instrumento tradicional en las verbenas de Madrid, en algunas de las cuales aún se utiliza.
En 2007 la UNESCO inscribió en la Lista Representativa de Cultura Intangible de la Humanidad la fabricación de Órganos Alemanes, incluidos los Organillos. Tras esta declaratoria la fabricación tradicional de estos instrumentos se reactivo en Alemania. En la actualidad la fabricación de estos instrumentos se continua realizando en Chile, México, Países Bajos y Francia.