El ovoide es una curva cerrada simétrica con respecto a su eje y cóncava hacia él, conformada por cuatro arcos de circunferencia: uno de ellos es una semicircunferencia y los otros dos son iguales y simétricos. Su nombre deriva de su parecido con la sección longitudinal de un huevo.
Posee dos ejes ortogonales, denominados mayor y menor. Tiene cuatro centros de curvatura. A diferencia del óvalo, solo tiene un eje de simetría.[1]