Procávidos | ||
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Rango temporal: Mioceno-Reciente | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Subfilo: | Vertebrata | |
Clase: | Mammalia | |
Infraclase: | Placentalia | |
Superorden: | Afrotheria | |
Orden: | Hyracoidea | |
Familia: |
Procaviidae Thomas, 1892 | |
Géneros | ||
Véase el texto
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Los procávidos (Procaviidae), conocidos vulgarmente como damanes, son una familia de mamíferos afroterios del orden Hyracoidea.[1] Su esperanza de vida es de 9 a 14 años. Generalmente, miden entre 30 y 70 cm y su peso es de entre 2 y 5 kg. Se distribuyen por África y Arabia.
Aunque los damanes guardan cierto parecido externo con roedores como el conejo de Indias y/o una marmota, en realidad son ungulados primitivos. Actualmente se consideran como los parientes vivos más próximos a los elefantes y los manatíes, pese a que su aspecto físico sea muy diferente, debido a la evolución divergente.
Una teoría bastante aceptada postula que esta similitud, habría llevado a los fenicios que alcanzaron las orillas de la península ibérica en el 1100 a. C., a llamar al nuevo país I-sephan-im, el país de los damanes, al confundirlos con los conejos que eran abundantes en la costa, nombre que con el tiempo se convertiría en Hispania.[2]
Los híbridos modernos suelen medir entre 30 y 70 cm (12 y 28 plg) y pesar entre 2 y 5 kg (4 y 11 lb). Se parecen superficialmente a las marmotas o a las picas demasiado grandes, pero paradójicamente están mucho más emparentados con los elefantes y las vacas marinas. Los hiráxidos viven entre 9 y 14 años. Ambos tipos de damanes ([damán de las rocas|P. capensis]] y H. brucei) viven en afloramientos rocosos, incluidos los acantilados de Etiopía[3] y afloramientos aislados de granito llamados koppies en el sur de África;[4]
Con una excepción, todos los damanes se limitan a África; la excepción es el damán de las rocas (P. capensis) que también se encuentra en zonas adyacentes de Oriente Medio.
En el pasado, los hiráxidos eran un grupo mucho más diverso que abarcaba especies considerablemente mayores que los hiráxidos modernos. Se calcula que el mayor híbrido extinto conocido, Titanohyrax ultimus'], pesaba 600-1300 kilogramos (1322,8-2866,0 lb), comparable a un rinoceronte.[5]
Su morfología confundió a los primeros naturalistas, el científico Gerrie de Graaff[cita requerida] describió algunas de sus características como «una mezcla de todo; sus incisivos se parecen a los de los roedores, sus molares a los de los rinocerontes, su sistema vascular al de las ballenas y sus pies nada menos que a los de los elefantes».