Se denomina provida (en inglés pro-life) o antiabortista (en inglés anti-abortion) a la posición moral y política que afirma el derecho a la vida, principalmente con respecto al nacimiento de los seres humanos, sean cuales sean las circunstancias. Se oponen a prácticas como la eutanasia, las investigaciones con células madre embrionarias no adultas y, más notablemente, al aborto inducido.[1] Sus partidarios argumentan que la vida humana comienza en el momento de la fecundación y que la muerte no debe ser un proceso asistido. Por lo tanto, consideran al cigoto, al embrión y al feto como vidas humanas.
En el debate sobre el aborto, la perspectiva provida se opone directamente a la proelección, pudiendo considerarse recíprocamente como contramovimientos.[2] La mayor divergencia entre ambas posturas radica en cómo conciben el momento de inicio de la vida humana. Desde esta perspectiva y en lo que se refiere a su oposición a los movimientos proaborto, el movimiento provida ha sido criticado como un «encuadre político» que emplea argumentos para validar la posición propia (contraria al aborto), al mismo tiempo que invalida la posición contraria (favorable al aborto).
En definitiva, el movimiento provida sostiene que el aborto es mal o inmoral debido a su convicción de estar interrumpiendo una vida humana.[3]