En química, un silicato es cualquier miembro de una familia de aniones que consiste en silicio y oxígeno, generalmente con la fórmula general [SiO(4−2x)−
4−x]
n, donde 0 ≤ x < 2. La familia incluye ortosilicato SiO4−
4 (x = 0), metasilicato SiO2−
3 (x = 1), y pirosilicato Si
2O6−
7 (x = 0.5, n = 2). El nombre también se usa para cualquier sal de tales aniones, como el metasilicato de sodio; o cualquier éster que contenga el grupo químico correspondiente, como el ortosilicato de tetrametilo.
Los aniones de silicato son a menudo moléculas poliméricas grandes con una gran variedad de estructuras, incluidas cadenas y anillos (como en el metasilicato polimérico [SiO2−
3]
n), cadenas dobles (como en [Si
2O2−
5]
n), y hojas (como en [Si
2O2−
5]
n).
En geología y astronomía, el término silicato se usa para referirse a minerales de silicato, sólidos iónicos con aniones de silicato; así como los tipos de rocas que consisten predominantemente en tales minerales. En ese contexto, el término también incluye el compuesto no iónico dióxido de silicio SiO
2 (sílice, cuarzo), que correspondería a x = 2 en la fórmula general. El término también incluye minerales donde el aluminio u otros átomos tetravalentes reemplazan algunos de los átomos de silicio, como en los aluminosilicatos. Tales silicatos comprenden la mayor parte de la corteza y el manto, así como los otros planetas terrestres, lunas rocosas y asteroides. Los silicatos son materiales extremadamente importantes, se encuentran en materiales tanto naturales (rocas como el granito o minerales como el granate) como artificiales (como cemento Portland, cerámica, vidrio y cristal líquido), para todo tipo de actividades tecnológicas y artísticas.
El nombre "silicato" a veces se extiende a los aniones que contienen silicio, incluso si no se ajustan a la fórmula general o contienen otros átomos además del oxígeno; tales como el hexahidroxisilicato [Si(OH)
6]2−
o hexafluorosilicato [SiF
6]2−
.