La xenoglosia es un fenómeno paranormal, que corresponde a la habilidad de poder hablar o escribir un lenguaje no familiar, totalmente ajeno, para un individuo. Existen casos comprobados de xenoglosia mediante notarios y personas certificadas, expertas en sus respectivos campos de medicina, neurología, lingüística, etcétera, donde se verificó y documentó que las personas que hablaron estos idiomas, actuales como el hebreo y el yiddish, y antiguos, lenguas muertas como latín y arameo y otros, no sólo no han tenido contacto alguno con dichas lenguas, sino que además se trató de personas sin siquiera acceso o posibilidad de estudiar tales idiomas. Sin tal acceso, los individuos exhibieron un perfecto y fluido manejo de los mismos, con toda su estructura verbal y gramatical, probando una sapiencia humanamente imposible de tener de repente, de un momento a otro, sino que por el contrario, les llevaría sin duda mucho tiempo de aprender.
Se trató, muchas veces, de personas humildes y de zonas rurales, de geografías más o menos alejadas de centros educativos y con evidente poca o nula instrucción, sin formación académica, que de golpe, de la noche a la mañana, hablaron tales lenguas enteramente desconocidas para ellas, sin defecto alguno. También se las ha visto escribir, por ejemplo, no sólo en hebreo, sino a todo esto, sin ver la hoja en que lo hacían. Y el texto resultante, por si faltara más dato impresionante al respecto, estaba bien escrito. Nada torpemente trazado.
La xenoglosia no se debe confundir con la glosolalia y el don de lenguas, pues estos aunque similares son tres cosas diferentes, desde el punto de vista científico y de fe.[1]