El abuso de sustancias también llamado abuso de drogas, es el uso de drogas en cantidades o métodos que son perjudiciales para la misma persona u otras. Es una forma de enfermedad relacionada con la sustancia. Se utilizan diferentes definiciones de uso indebido de drogas en contextos de salud pública, medicina y justicia penal. En algunos casos, el comportamiento delictivo o antisocial ocurre cuando la persona está bajo la influencia de una droga, y también pueden ocurrir cambios de personalidad a largo plazo en las personas.[1] Además de los posibles daños físicos, sociales y psicológicos, el uso de algunas drogas también puede dar lugar a sanciones penales, aunque estas varían ampliamente según la jurisdicción local.[2]
Las drogas asociadas con mayor frecuencia con este término incluyen: alcohol, anfetaminas, barbitúricos, benzodiazepinas, cannabis, cocaína, alucinógenos, metacualona y opioides. La causa exacta del abuso de sustancias no está clara, y las dos teorías predominantes son: una disposición genética que se aprende de otros, o un hábito que, si se desarrolla la adicción, se manifiesta como una enfermedad crónica debilitante.[3]
En 2010, alrededor del 5% de las personas (230 millones) consumieron una sustancia ilícita.[4] De estos 27 millones tienen un consumo de drogas de alto riesgo, también conocido como consumo recurrente de drogas, que les causa daños a su salud, problemas psicológicos o problemas sociales que los ponen en riesgo de esos peligros.[4][5] En 2015, los trastornos por consumo de sustancias provocaron 307.400 muertes, frente a 165.000 muertes en 1990.[6] De estos, los números más altos corresponden a trastornos por consumo de alcohol en 137,500, trastornos por uso de opioides en 122,100 muertes, trastornos por uso de anfetaminas en 12,200 muertes y trastornos por uso de cocaína en 11,100.[7]