La era Antebellum (en latín: ante bellum, lit. 'antes de la guerra') fue un periodo en la historia del sur de Estados Unidos qye abarcó desde el final de la guerra de 1812 hasta el comienzo de la guerra de Secesión en 1861. El Antebellum se caracterizó por el uso de la esclavitud y la cultura que fomentó. A medida que avanzaba la era, los intelectuales y líderes del sur pasaron gradualmente de retratar la esclavitud como un sistema vergonzoso y temporal, a defender la esclavitud como un bien positivo, y criticaron duramente al naciente movimiento abolicionista.[2]
La economía se basaba en gran medida en las plantaciones y dependía de las exportaciones. La sociedad era estratificada, desigual y los inmigrantes la percibían como carente de oportunidades. En consecuencia, la base manufacturera quedó rezagada con respecto a los estados no esclavistas. La desigualdad de riqueza creció a medida que los grandes terratenientes se quedaban con la mayor parte de las ganancias generadas por los esclavos, lo que también ayudó a afianzar su poder como clase política.
A medida que el país se expandía hacia el oeste, la propagación de la esclavitud se convirtió en un tema importante en la política nacional, y finalmente desembocó en la Guerra de Secesión. En los años siguientes, este período fue idealizado por revisionistas históricos para proteger tres afirmaciones centrales: que la causa confederada era heroica, que las personas esclavizadas estaban felices y satisfechas, y que la esclavitud no fue la causa principal de la guerra.[3] Este fenómeno ha seguido influyendo en el racismo, los roles de género y las actitudes religiosas en el Sur y, en menor medida, en el resto del país, hasta el día de hoy.[4][5]