La arquitectura de Rusia se refiere a la arquitectura practicada en el territorio actual de la Federación de Rusia y en los del histórico Imperio ruso. También se usa para referirse a los edificios erigidos bajo la influencia rusa o por los arquitectos rusos en ciertas épocas en otras partes del mundo, particularmente en el territorio de la Unión Soviética, en las antiguas repúblicas socialistas soviéticas.
La arquitectura rusa sigue una tradición cuyas raíces se encuentran en la arquitectura de madera rusa temprana (incluyendo varios elementos vernáculos) y en la arquitectura de la Rus de Kiev con sus centros en Veliki Nóvgorod y en Kiev.[2] La arquitectura rusa también fue influenciada por el Imperio bizantino.[3] Si bien la arquitectura, y la cultura, rusa se inspiraron en muchos casos en la arquitectura bizantina, esa influencia no impidió que gran parte se desarrollase de forma independiente, con características nacionales y locales.[4] Después de la caída de Kiev, la historia de la arquitectura rusa continuó en el principado de Vladímir-Súzdal (1157-1363), en la república de Nóvgorod (1136-1478) y en los sucesivos estados del zarato de Rusia. Las grandes iglesias de la Rus de Kiev, construidas después de la adopción del cristianismo en 988, fueron los primeros ejemplos de arquitectura monumental en la región eslava oriental. Las primeras iglesias ortodoxas orientales se construyeron principalmente en madera, con su forma más simple conocida como iglesia celular. Las catedrales a menudo presentaban muchas cúpulas pequeñas, lo que ha llevado a algunos historiadores del arte a inferir cómo pueden haber aparecido los templos eslavos paganos. En su segunda edad de oro el arte bizantino se había extendido a Armenia, y en Kiev se construyó la iglesia de Santa Sofía en el año 1017, siguiendo fielmente los influjos de la arquitectura de Constantinopla: se estructuró en forma basilical de cinco naves terminadas en ábsides.
La catedral de Santa Sofía de Nóvgorod (1044-1052), por otro lado, expresó un nuevo estilo que ejerció una fuerte influencia en la arquitectura de las iglesias rusas. Sus austeros y gruesos muros, sus ventanas pequeñas y estrechas tienen mucho en común con la arquitectura románica de Europa occidental. La forma de las cúpulas acebolladas serán una característica distintiva de la arquitectura rusa.[5] Otras desviaciones del modelo bizantino son evidentes en las siguientes catedrales de Nóvgorod: San Nicolás (1113), San Antonio (1117-1119) y San Jorge (1119). La arquitectura secular de la Rus de Kiev apenas ha sobrevivido. Hasta el siglo XX, solo la Puerta Dorada de Vladímir, a pesar de las muchas restauraciones del siglo XVIII, podían considerarse un auténtico monumento del período premongol. Durante la década de 1940, el arqueólogo Nikolái Voronin descubrió los restos bien conservados del palacio de Andréi Bogoliubski en Bogoliúbovo (que data de 1158 a 1165).
La ciudad de Nóvgorod conservó su arquitectura durante la invasión mongola. Las primeras iglesias fueron encargadas por los príncipes, pero después del siglo XIII, comerciantes, gremios y comunidades comenzaron a encargar catedrales. Los ciudadanos del Nóvgorod del siglo XIII destacaron por su astucia, diligencia y prosperidad, expandiéndose desde el Báltico hasta el mar Blanco. La arquitectura en Nóvgorod no comenzó a florecer hasta principios del siglo XII. La catedral de Santa Sofía se inspiró en la iglesia original de Santa Sofía de Kiev; es similar en apariencia pero más pequeña, más estrecha y (en un desarrollo de la arquitectura del norte de Rusia) las cúpulas en forma de cebolla reemplazan a las cúpulas. La construcción fue supervisada por trabajadores de Kiev, que también importaron ladrillos. Los materiales de construcción principales fueron piedra de campo y sillares de mampostería de piedra caliza desnudos. Se piensa que los interiores estuvieron pintados con frescos, que ahora han desaparecido. Las puertas estaban hechas de bronce.
El katholikon del monasterio de Yúriev fue encargado en 1119 por el príncipe Vsévolod de Pskov. El arquitecto era conocido como el maestro Pedro, uno de los pocos arquitectos del que hay constancia registral en ese momento en Rusia. El exterior se caracteriza por las ventanas estrechas y los nichos de doble empotramiento, que avanzan rítmicamente en la fachada; los muros interiores alcanzan una altura de 20 metros. Sus pilares están muy espaciados, enfatizando la altura de los techos abovedados. El interior estaba cubierto de frescos de los talleres del príncipe, incluidas algunas de las pinturas rusas más raras de la época.
La Iglesia de la Transfiguración del Salvador fue un monumento a Ilyá Múromets. Durante la invasión mongola, Ilyá tenía fama de haber salvado la ciudad; la iglesia fue construida en su honor en la calle Elijah en 1374. En esa época, la ciudad-estado de Nóvgorod estableció un distrito separado para los príncipes, subdividiendo la ciudad en una serie de calles donde todavía se encuentra la iglesia. Las ventanas de la iglesia son más detalladas, los nichos más profundos y la cúpula (vista en catedrales más grandes) se ve aumentada por una cubierta inclinada.
Otra iglesia que se parece mucho a la iglesia de la Transfiguración es la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo en Kozhévniki. Fue construida en 1406, y la diferencia principal está en el material de construcción. El detalle se centra en las fachadas oeste y sur. Aparecen en ese momento nuevos motivos ornamentales en el ladrillo. El ladrillo también se usó para las pilastras que delinean la fachada. Originalmente estaba enlucida, pero se restauró después de que fuese dañada durante la Segunda Guerra Mundial. Su ábside apunta hacia el río, que ofrece una bienvenida agradable a los barcos que se acercan desde el Báltico. La cubierta de tejas se asemeja a los techos de bochka (techo de barril[6]) populares en ese momento. Los muros fueron construidos con piedra de canteras locales, que contrastaba con los ladrillos rojos. La planta de la iglesia es casi cuadrada con cuatro pilares, un ábside y una cúpula.
Posteriormente, destaca la catedral de San Basilio, en la Plaza Roja de Moscú, realizada en tiempos de Iván el Terrible (1555-1560), cuyas cinco cúpulas, la más alta y esbelta en el crucero y otras cuatro situadas en los ángulos que forman los brazos de la cruz, resaltan por su coloración, por los elevados tambores y por su característicos perfiles bulbosos.
Aparte de la arquitectura religiosa, también destacan construcciones civiles tales como las fortalezas.
Rusia tiene numerosos edificios y monumentos protegidos y muchos de ellos integran la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, tanto a nivel individual —iglesias de Kizhi Pogost (1990), Kremlin y Plaza Roja de Moscú (1990), Laura de la Trinidad y San Sergio (1993), Iglesia de la Ascensión en Kolómenskoye (1994), monasterio de Ferapóntov (2000), Kremlin de Kazán (2000), monasterio Novodévichi (2004), monasterio de Sviajsk (2017)— como parte de conjuntos y cascos históricos —San Petersburgo (1990), Nóvgorod y sus alrededores (1992), islas Solovetsky (1992), Vladímir y Súzdal (1992), Derbent (2003), Yaroslavl (2005) y Bólgar (2014)— (ver Patrimonio de la Humanidad en Rusia).