La arquitectura maya es una serie de técnicas escultóricas y arquitectónicas empleadas por la antigua cultura maya mesoamericana para crear y decorar sus templos, palacios y pirámides, con técnicas que variaron a lo largo de cientos de años, adoptando cada región su estilo particular de arquitectura. Durante esta época, las personas empezaron a rezar y los centros del poder religioso, comercial y burocrático crecieron para convertirse en ciudades tempranas como Aguada Fénix, pasando a la pre-clásica media El Mirador, las grandes ciudades del periodo clásico, y las post-clásicas Chichén Itzá y Uxmal. Debido a sus muchas semejanzas, los restos de la arquitectura maya son una clave importante para entender la evolución de su antigua civilización.
Las características principales de la arquitectura maya es la forma de techar. Los edificios más comunes son: las pirámides (superposición de plataformas tronco piramidales), la cual sirve de basamento a los templos.
Se trata de una arquitectura poco audaz, por lo limitado de sus recursos constructivos y por no usar herramientas metálicas ni metal en sus construcciones.[1] Tampoco aprovecharon las capacidades mecánicas de la piedra, ya que todavía no habían descubierto el arco de medio punto y la bóveda de cañón, sino que para ambos usaron la técnica de aproximación.[1]