En el ámbito del yoga, se denomina āsana (en sánscrito आसन, pronunciado originalmente /ásana/ pero actualmente también /asána/) a cada una de las distintas ‘posturas corporales’ que tienen como objetivo actuar sobre el cuerpo y la mente.[1]
Las claves de su práctica son la lentitud de movimientos (a la hora de hacer y deshacer el āsana), la fase estática (o de mantenimiento de la misma), la respiración lenta, consciente y dirigida, y la atención mental en estado de alerta, y receptivo a lo que está sucediendo.
Un ejemplo de una secuencia de āsanas es el saludo al sol.