El autoensamblaje molecular es el fenómeno de organización de varias moléculas para adquirir una distribución espacial no aleatoria entre ellas mediante interacciones no covalentes: fuerzas intermoleculares de Van der Waals (entre moléculas neutras), enlaces o puentes de hidrógeno, interacciones hidrofóbicas y electrostáticas,dando como resultado una unidad más funcional y grande. La asociación es espontánea, y puede venir dada por una interacción específica directa o indirecta, siendo esta última inducida a través de su entorno. Se puede clasificar en intramolecular e intermolecular, el primero hace referencia al plegamiento en el cual una molécula adopta su forma o conformación, en cambio, cuando habitualmente se emplea el término autoensamblaje se hace referencia al autoensamblaje intermolecular.