Un banco de arena (también sirte)[1] es la acumulación de arena o grava a lo largo del litoral o en el lecho de un río.
En los estuarios se forman al ser entallados los aluviones por múltiples brazos del río. Terminan siendo moldeados por el flujo y reflujo de la marea. Otros bancos son formados en el lecho de los ríos por abandono de la arena y de las gravas arrastradas por el torrente.
Su formación obedece a ciertas leyes: son asimétricos, ya que la pendiente es moderada en su cola (aguas arriba), pero abrupta en su cabeza; su eje no es paralelo al del cauce del río. Avanzan aguas abajo, pues, durante las crecidas, el agua arranca a la cola materiales que, rodando o saltando sobre el dorso del banco, acaban por caer al pie del talud frontal.