Batalla de Queronea

Batalla de Queronea
Cuarta guerra sagrada
Parte de Guerras Sagradas

El León de Queronea, una estatua erigida en el lugar de la batalla por los tebanos en memoria de sus caídos.
Fecha 2 de agosto de 338 a. C.
(7 de metagitnión, según el calendario ático).[1]
Lugar Queronea, Beocia, Grecia
Coordenadas 38°29′42″N 22°50′51″E / 38.495, 22.8475
Resultado Decisiva victoria macedónica
Beligerantes
 Reino de Macedonia Tesalia Argos Arcadia Tebas
Atenas y otros aliados
Comandantes
Filipo II
Alejandro Magno
Cares de Atenas
Lisicles
Teágenes de Tebas
Fuerzas en combate
30 000 infantes y 10 000 jinetes[2] 35 000 infantes y 2000 jinetes[2][3]
Bajas
Desconocidas ~2000 muertos, ~4000 prisioneros

La batalla de Queronea (en griego antiguo ἡ μάχη τῆς Χαιρώνειας, transliterado como he makhē tēs Khairōneias) se libró en el año 338 a. C. cerca de la ciudad griega de Queronea, en Beocia, entre las fuerzas de Filipo II de Macedonia y una alianza de polis griegas compuesta principalmente por Atenas y Tebas. La batalla fue la culminación de la campaña griega de Filipo II (339-338 a. C.) y acabó en una victoria decisiva de los macedonios.

Filipo II había llevado la paz en 346 a. C. a una Grecia devastada por la guerra poniendo fin a la tercera guerra sagrada y a sus diez años de conflicto con Atenas por la supremacía en el mar Egeo norte con la Paz de Filócrates. Filipo contaba con un reino ampliado, un poderoso ejército y abundantes recursos, lo que lo convirtió de facto en el «líder de Grecia». Muchas de las ferozmente independientes polis griegas percibieron el poder de Filipo en el 346 a. C. como una amenaza a su libertad, especialmente Atenas, donde el político Demóstenes lideró los esfuerzos por desembarazarse de la influencia del rey macedonio. Cuando en el 340 a. C. Atenas formó una alianza con una ciudad que estaba siendo asediada por las fuerzas de Filipo, este declaró la guerra al estado ático. Por ello, en el verano del 339 a. C. Filipo dirigió su ejército hacia Grecia, lo que provocó la formación de una alianza de ciudades-estado opuestas a él y liderada por Atenas y Tebas.

Después de varios meses de estancamiento, Filipo avanzó hacia Beocia en un intento por abrirse camino hasta el Ática, pero se encontró al ejército aliado, similar en tamaño al suyo y en una ventajosa ubicación, bloqueando el camino cerca de Queronea. Los detalles sobre la batalla son escasos, pero tras una larga lucha los macedonios aplastaron ambos flancos de la línea aliada y se hicieron con la victoria.

La batalla es considerada como una de las más decisivas del mundo antiguo. Los ejércitos de Atenas y Tebas fueron aniquilados y no pudieron continuar su resistencia, por lo que la guerra llegó a un final abrupto. Filipo fue capaz de imponer una solución a Grecia que todos los estados aceptaron con la excepción de Esparta. Como resultado se creó la Liga de Corinto, que convirtió a todas las polis participantes en aliados activos de Macedonia y entre ellas, con Filipo como garante de la paz. Al tiempo, el rey macedonio fue elegido strategos (general) de una guerra panhelénica contra Persia que llevaba tiempo planeándose. Sin embargo, antes de iniciar la campaña, Filipo fue asesinado y el Reino de Macedonia y la responsabilidad de conducir la guerra contra los persas recayó en su hijo Alejandro Magno.

  1. Cawkwell, 1996, p. 2.
  2. a b Tucker, 2010, pp. 32-33.
  3. Unos 12 000 beocios, 10 000 hóplitas atenienses, 5000 mercenarios de diversas polis griegas y 150 parejas de amantes homosexuales del Batallón Sagrado de Tebas. Tucker, p. 32.

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