Cabo Verde, cuyo nombre oficial es República de Cabo Verde,[1][10] es un Estado soberano[11] insular de África, situado en el océano Atlántico,[4] más concretamente en el archipiélago volcánico macaronésico de Cabo Verde, frente a las costas senegalesas, que consta de diez islas volcánicas con una superficie terrestre combinada de aproximadamente 4033 km² (1.557 millas cuadradas). Estas islas se encuentran entre 600 a 850 km (320 a 460 millas náuticas) al oeste de Cap-Vert, situado en el punto más occidental de África continental. Las islas de Cabo Verde forman parte de la ecorregión de la Macaronesia, junto con las Azores, las Islas Canarias, Madeira y las Islas Salvajes. Su forma de gobierno es la república semipresidencialista.
El archipiélago de Cabo Verde estuvo deshabitado hasta el siglo XV, cuando los exploradores portugueses descubrieron y colonizaron las islas, estableciendo así el primer asentamiento europeo en los trópicos. Debido a que las islas de Cabo Verde se encontraban en una ubicación conveniente para desempeñar un papel en el comercio de esclavos en el Atlántico, Cabo Verde se volvió económicamente próspero durante los siglos XVI y XVII, atrayendo a comerciantes, corsarios y piratas. Se redujo económicamente en el siglo XIX debido a la supresión de la trata de esclavos en el Atlántico, y muchos de sus habitantes emigraron durante ese período. Sin embargo, Cabo Verde se recuperó económicamente en forma gradual al convertirse en un importante centro comercial y un útil punto de parada en las principales rutas marítimas.[12] En 1951, Cabo Verde se incorporó como un departamento de ultramar de Portugal. El territorio se mantuvo al margen de la guerra colonial portuguesa, pero sus habitantes presionaron por la independencia total representados por el Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde, que además pedía una unión política con la Guinea Portuguesa continental. Cabo Verde y Guinea-Bisáu se independizaron por separado en 1975.
Tras la independencia, Cabo Verde se mantuvo bajo un régimen socialista de partido único hasta 1990, cuando accedió al multipartidismo. Desde entonces, la nación ha consolidado una sólida democracia representativa y se ha mantenido como uno de los países más desarrollados y libres de África, aunque enfrenta considerables escollos relacionados con las sequías constantes.[13] Al carecer de recursos naturales, su economía en desarrollo está principalmente orientada a los servicios, con un enfoque creciente en el turismo y la inversión extranjera. Según el censo de 2021, tiene una población de 483.628 habitantes,[14] la mayoría de herencia africana y europea mixta y predominantemente de religión católica, lo que refleja el legado del dominio portugués. Existe una importante comunidad de la diáspora caboverdiana en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos y Portugal, que supera en número a los habitantes de las islas.[15] Cabo Verde es un Estado miembro de la Unión Africana.[8]
De ámbito iberófono, su lengua oficial es el portugués y el país es miembro de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).[1]
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