Se denomina calendario gregoriano al calendario promulgado por el papa Gregorio XIII en 1582 y adoptado inmediatamente por los estados católicos europeos: los territorios gobernados por el rey Felipe II (auténtico impulsor de este calendario), por lo que fue en España (y sus posesiones: los principados italianos y Portugal) donde primeramente se implantó este calendario, nacido en la universidad española de Salamanca. Un poco más tarde serían Francia, Polonia y los principados católicos del Sacro Imperio Romano Germánico. A lo largo de los siguientes siglos fue siendo aceptado por el resto de los países occidentales y, en el siglo XX, por todos los países del mundo.
El cambio del calendario juliano o antiguo al calendario gregoriano o moderno no tuvo lugar a la vez en todo el mundo, lo que causa una cierta confusión en la armonización de fechas y en el datado de eventos entre los siglos XVI y XX.