Castrato (del italiano castrato, 'castrado';[1] castrati en plural) es la denominación que se utiliza para referirse al cantante sometido de niño a una castración para conservar su voz aguda. El término tradicional español (hoy en desuso) referido a estos cantantes era capón. Actualmente se emplea la voz italiana.
La castración consistía en la destrucción o ablación del tejido testicular sin que, por lo general, se llegara a cortar el pene. Mediante esta intervención traumática se conseguía que los niños, que ya habían demostrado tener especiales dotes para el canto, mantuvieran de adultos una tesitura aguda y fuera capaces de interpretar voces características de papeles femeninos. De este modo se lograba aunar la aguda voz infantil, considerada tierna y emocional, con las cualidades de un intérprete adulto que un niño difícilmente podía igualar: mayor potencia pulmonar, pleno dominio de la voz y la sabiduría propia de la edad.