Chile seco

Chiles secos a la venta en el mercado Medellín de la Ciudad de México.

Los chiles o ajíes secos son variedades maduras del chile (Capsicum spp.) que han sido deshidratadas. Gracias a esto, no solamente se alarga su vida útil por meses, sino que además, el desecado les aporta un sabor característico. Algunos, además de secados, están ahumados.[1]​ Son ampliamente usados en la gastronomía mexicana, principalmente para salsas, adobos, encurtidos, moles... también se consumen con menor frecuencia en Asia y África.

En México, cada chile seco tiene su equivalente fresco, aunque con un nombre diferente, por ejemplo: el chile poblano (fresco), se convierte en ancho (seco); el jalapeño en chipotle y morita; el Anaheim en chile colorado; el mirasol en guajillo; el chilaca en pasilla; ... etc. Una excepción a esto son el chile de árbol y el habanero, que tanto su versión seca como fresca se llaman igual. Los chiles secos tienen un uso culinario diferente que los chiles frescos.

  1. R. Muñoz. «Chile seco». Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana. Larousse Cocina. Consultado el 4 de junio de 2020. 

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