Ciencias humanas

Ciencias humanas es un concepto epistemológico que designa a un extenso grupo de ciencias y disciplinas cuyo objeto es el ser humano en el aspecto de sus manifestaciones inherentemente humanas, esto es el lenguaje verbal en primer término,[1]​ el arte y el pensamiento y, en general, la cultura y sus formaciones históricas. El término de Ciencias humanas se opone y, por otra parte, complementa al de Ciencias naturales o físico-naturales.[2]​ El término de Humanidades no es en realidad sino una abreviatura, de preferencia anglosajona, frente al uso más tradicional germánico y románico de Ciencias humanas, directamente establecido sobre la tradición humanística.

Las modernamente denominadas Ciencias humanas constituyen una entidad fundada en la Antigüedad clásica, con posterioridad humanísticamente delimitada, tras el régimen medieval del Trivium et Quadrivium, mediante la designación secular de Studia humanitatis (es decir, característica y centralmente Gramática, Retórica, Dialéctica, Poética, Poesía o Literatura como disciplina y lectura del canon clásico, Historia, Filosofía, especialmente Ética o Filosofía moral).[3]​ A finales del siglo XIX y comienzos del XX surgieron las denominaciones de Ciencia de la Cultura[4]​ y Ciencias del Espíritu, esta última preconizada por Wilhelm Dilthey, el más importante teórico moderno sobre la materia,[5]​ las cuales designan teorías fundamentales de la epistemología de las Ciencias humanas y, generalizada y permanentemente, han sido consideradas como términos equivalentes al de estas.

Entre las Ciencias humanas y las Ciencias naturales existe, a partir del siglo XIX, tras la crisis de la metafísica idealista y la irrupción de la Sociología, la serie intermedia ya estable designada Ciencias sociales, de definición sin duda menos nítida en virtud de su carácter interrelacionado. Fuera de los campos humanísticos, existe en nuestro tiempo la frecuente tendencia a omitir o aminorar la presencia de las Ciencias humanas en favor de una sobrexposición de las Ciencias sociales como consecuencia, entre otros factores, del incremento de la tendencia occidental, ahora también extendida a Asia, de predominio de las razones económicas de mercado frente a las clásicas y actualmente secundarias de cultura humanística, así como de la extraordinaria influencia desempeñada por los medios de comunicación y sus potentes capacidades de inserción política y social.[6]

  1. Cf. Ernst Cassirer (1964), Filosofía de las formas simbólicas I. El lenguaje, trad. de Armando Morones, México, FCE, 1971.
  2. http://www.unesco.org/dialogue/sp/science.htm
  3. Cf. P. Aullón de Haro (ed.), Teoría del Humanismo, Madrid, Verbum, 2010, 7 vols. (especialmente I-III).
  4. Heinrich Rickert (1899), Ciencia cultural y Ciencia natural, ed. de M. García Morente, Prólogos de J. Ortega y Gasset y Francisco Romero, Madrid, Espasa-Calpe, 1963, 4ª ed.
  5. Wilhelm Dilthey (1914), (Einleitung in die Geisteswissenschaften): Introducción a las Ciencias del Espíritu, prólogo de J. Ortega y Gasset, Madrid, Alianza; Id., El mundo histórico, ed. de Eugenio Ímaz, México, FCE, 1944
  6. Jones, W. T. Las ciencias y las humanidades. Conflicto y reconciliación, trad. de Flora Botton, México, FCE, 1976.

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