El cisma nestoriano fue la separación entre la Iglesia católica y las iglesias afiliadas al nestorianismo en el siglo V, cuyo conflicto fue causado por las diferencias teológicas acerca de la naturaleza de Cristo entre estos dos bandos. Los personajes clave de este hecho fueron un monje llamado Nestorio, de un lado, y Cirilo de Alejandría, del otro.
La doctrina nestoriana sería adoptada por la Iglesia del Oriente, la iglesia cristiana de la Persia Sasánida, que en adelante también se le conocería como Iglesia Nestoriana. Sin embargo, en 544 el cisma llegó a su fin cuando el patriarca Aba I ratificó la decisión de Calcedonia.