Expedición a las Islas Baleares | ||||
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Parte de Cruzadas | ||||
Taifa de Baleares (en verde), principal objetivo de liberación en la cruzada. | ||||
Fecha | 1113–1115 | |||
Lugar | Islas Baleares | |||
Resultado | Victoria cristiana decisiva | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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El asalto pisano-barcelonés o cruzada pisano-catalana a las islas Baleares, que en la época eran una taifa musulmana, consistió en una expedición en represalia por los actos de piratería cometidos por los musulmanes que la habitaban, llevada a cabo por Ramón Berenguer III y sus aliados, en 1114. Fundada en un tratado de 1113 entre la República de Pisa y el Conde de Barcelona, tenía como objetivo arrebatarles la isla a los musulmanes e impedir el ataque y entorpecimiento a los convoyes y naves de los comerciantes cristianos que por entonces navegaban por el mar Mediterráneo.[1][2] A pesar de que Mallorca quedó de nuevo en poder musulmán, sirvió para sentar las bases del futuro poderío naval catalán y para fortalecer los contactos comerciales en el Mediterráneo.[3]
La expedición, que terminó en cruzada, estaba compuesta por fuerzas de diversos territorios mediterráneos que habían sufrido asaltos por parte de los piratas musulmanes. Además de los contingentes aportados por Pisa y Barcelona, también participaron Guillermo de Montpellier y Eimeric de Narbona, con caballeros, infantes y navíos, así como diversos nobles del Rosellón y de Provenza. Asimismo, contó con el apoyo del papa Pascual II y la participación de muchos señores de Cataluña y Occitania, así como contingentes de la Italia septentrional y central, Cerdeña y Córcega. Los cruzados fueron inspirados tal vez por el ataque del rey noruego Sigurd I en Formentera en 1108 o 1109 durante la cruzada noruega.[4]
El contingente militar arribó a la bahía de Madina Mayurqa el 22 de agosto de 1114, aunque primero fondeó entre el faro de Cala Figuera y la actual localidad de Cala Mayor, para luego dirigirse hacia la zona de Can Pastilla, donde se encontraba un amplio arenal que distaba unas seis millas de las murallas de la ciudad.[5] Aunque logró la victoria sobre los musulmanes que ocupaban Mallorca, Ramón Berenguer III tuvo que regresar a Barcelona a hacer frente a una ofensiva almorávide que amenazaba con apoderarse de sus tierras, por lo que no pudo consolidar el dominio cristiano sobre las Baleares.[3]
A finales de junio, la expedición llegó a Ibiza, cuyo alcázar fue conquistado el 11 de agosto, tras un asedio de treinta días. Los cruzados liberaron a los cautivos cristianos, saquearon la isla y derribaron las fortificaciones.[6] Se estima que los cruzados estaban inspirados tal vez por el ataque del rey noruego Sigurd I en Formentera en 1108 o 1109 durante la cruzada noruega.[4]
El documento pisano llamado Liber maiolichinus, fechado entre 1117 y completado en 1125, es la fuente principal del evento, además de ser la referencia documental más antigua conocida a Cataluña y a los catalanes, ya que en él se hace referencia al conde de Barcelona como Dux Catalensis o Catalanensis y catalanicus heros, mientras que sus súbditos son denominados Christicolas Catalanenses.