Un cuerno es una proyección ósea (es decir formada por la materia del hueso) y puntiaguda que nace del hueso frontal. Se encuentra envuelto por una capa de queratina que forma una funda córnea[1] —o piel, en el caso de las jirafas y los okapis—.
Ante esta definición no hay que confundir cuerno con cuerna o asta, que es la estructura presentada por cérvidos la cual puede mudarse en algunos casos todos los años o solo durante su juventud.[2]
Lo que presentan algunos animales en la cabeza como por ejemplo en rumiantes artiodáctilos, los cuernos se presentan por parejas y toman diversas formas dependiendo de la familia:
En ciertas culturas se utilizan los cuernos de los bóvidos como instrumentos musicales, por ejemplo, el shofár. Estos han evolucionado a instrumentos de viento en los que, a diferencia de las trompetas, el tubo se va haciendo cada vez más ancho que largo. Es decir, son más cónicos que cilíndricos y se les sigue llamando cuernos a pesar de estar hechos de metal.