La curaduría o comisariado son dos palabras que se utilizan indistintamente, para hacer referencia a una misma práctica.[1][2] En la actualidad, el término curaduría es usado con mayor frecuencia al ajustarse mejor a los significados de la práctica; la raíz etimológica de la palabra viene del latín cura, que significa cuidar.[3] Como actividad, se refiere a la responsabilidad de conceptualizar, seleccionar, organizar y presentar elementos diversos, que en el ámbito cultural se refiere a colecciones, artistas, obras u objetos.[4] Dependiendo de la institución y su misión, el curador puede asumir labores multifacéticas como el estudio de colecciones, la investigación, la identificación, la clasificación, la documentación, la catalogación y desarrollo de contenidos que serán la base de las exposiciones.[5] Además, adquiere un papel relevante en la divulgación de contenidos temáticos, tanto en ámbitos académicos, como en revistas especializadas, u otros medios.
Una figura que tradicionalmente es parte de las tareas relacionadas con las colecciones en los museos es la de conservador, el curador en determinadas ocasiones asume responsabilidades similares. Sin embargo, a partir del cambio del rol de los museos en los últimos años, los modos de hacer del curador abarcan nuevas líneas emergentes como curador comunitario, curador digital, comisario pedagógico, entre otras.[3]