Dead man walking[1] | ||
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Título |
Pena de muerte (España, y Latinoamérica) Mientras estés conmigo(Argentina) Hombre Muerto Caminando (Chile) | |
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Producción |
Tim Robbins Jon Kilik Rudd Simmon | |
Guion | Tim Robbins | |
Basada en | Dead Man Walking de Helen Prejean | |
Música | David Robbins | |
Fotografía | Roger A. Deakins | |
Montaje | Lisa Zeno Churgin | |
Vestuario | Renee Ehrlich Kalfus | |
Protagonistas |
Susan Sarandon Sean Penn Robert Prosky Margo Martindale Celia Weston Raymond J. Barry R. Lee Ermey Scott Wilson Jack Black | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Estados Unidos | |
Año | 1995 | |
Género | Drama | |
Duración | 122 min. | |
Idioma(s) | inglés | |
Compañías | ||
Productora |
Polygram Filmed Entertainment Working Title Films | |
Distribución | Gramercy Pictures | |
Presupuesto | US$11.000.000 | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Dead Man Walking (Pena de muerte, en España y en México, Mientras estés conmigo, en Argentina y Hombre Muerto Caminando en Chile) es una película estadounidense de 1995 protagonizada por Susan Sarandon[2] y Sean Penn,[3] y dirigida por Tim Robbins.
Está basada en un hecho real. La Hermana Helen Prejean fue la consejera espiritual de Mathew Poncelet, un homicida condenado a muerte en el estado de Luisiana en 1982 por asesinar a dos adolescentes. De esta relación con Sonnier surgió su libro ("Dead Man Walking"), un testimonio espiritual y profundamente conmovedor sobre el sistema judicial criminal estadounidense. Su trabajo en este tema comenzó en Nueva Orleans en 1981, cuando aceptó formar parte de un proyecto de apoyo a condenados a muerte. Su primer trabajo fue mantener correspondencia con Sonnier. “Yo no sabía nada sobre este hombre, excepto una cosa: Si había sido condenado a muerte, seguramente era pobre, y como yo estaba en ese lugar para servir a los pobres, acepté. Y comencé a escribirle a esta persona, y él me contestó, y finalmente Sonnier fue la primera persona a quién vi ser ejecutada” son palabras de la hermana Helen Prejean tiempo después de la ejecución del condenado.
En su libro y en la película, la hermana Helen Prejean no plantea ningún tipo de visión romántica de los criminales, aunque en la película se da la sensación equivocada. Ella busca exponer con angustioso estupor el dolor y el sufrimiento de todos los que tienen algo que ver con la pena capital: los criminales, los familiares de las víctimas, los guardias carcelarios y ejecutores, la sociedad entera. Para ella, la pena capital es una injusticia por partida doble.