El ribagorzano es el nombre que se aplica al conjunto de los dialectos hablados en el antiguo Condado de Ribagorza, de los cuales los más orientales se clasifican hoy en día como dialectos del catalán y los más occidentales como dialectos del aragonés; existe también una zona central con dialectos más difíciles de clasificar en uno u otro grupo. Estos dialectos forman por lo tanto parte del continuum dialectal romance de Europa suroccidental. Además hay que tener en cuenta que los dialectos del valle de Benasque presentan diferencias importantes de otros dialectos aragoneses, por lo que algún filólogo local ha propuesto clasificarlos como una lengua diferente tanto del catalán como del aragonés, sin embargo estos rasgos diferenciales son compartidos por otras hablas de transición hasta la Llitera.
El Condado de Ribagorza en la Edad Media se extendía desde las poblaciones de Benasque y Aneto hasta el límite sur de la actual comarca de La Litera y teniendo por límite occidental el antiguo Condado de Sobrarbe y oriental el Condado de Pallars y la zona baja del río Noguera Ribagorzana donde arranca la Acequia de Piñana en la provincia de Lérida. En el siglo XVI la capital del condado estaba en Benabarre y el condado perteneció desde tiempos medievales a los Duques de Villahermosa y por herencia el último Conde de Ribagorza fue el rey Felipe II.
Los dialectos que en un momento u otro han sido llamados ribagorzano se hablan en las comarcas de:
Ciudades y villas importantes de la zona: Graus, Tamarite de Litera, Benabarre, Pont de Suert y Benasque.