Dios

Representación (para el arte o para la adoración) de dioses en (desde la parte superior izquierda, en sentido horario) el cristianismo católico, el atonismo, el zoroastrismo y el hinduismo balinés.

El concepto teológico, filosófico y antropológico de Dios[nota 1]​ (del latín: Deus, que a su vez proviene de la raíz protoindoeuropea *deiwos~diewos, ‘brillo’, ‘resplandor’,[2]​ al igual que el sánscrito deva, ‘ser celestial’, ‘dios’) hace referencia a una deidad suprema. El Diccionario de la lengua española lo define como el «ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado creador del universo».[1]

Dios es el nombre que se le da en español a un ser supremo omnipotente, omnipresente, omnisciente y personal en religiones teístas y deístas (y otros sistemas de creencias) quien es: o bien la única deidad, en el monoteísmo, o la deidad principal (monolatría), en algunas formas de politeísmo, como en el henoteísmo.[3]

(Izq.) El nombre de Dios detalle del fresco La adoración del nombre de Dios (La Gloria), por Francisco de Goya, 1772. (der.) Caligrafía del nombre del Alá'.

Dios también puede significar un ser supremo no personal como en el panteísmo, y en algunas concepciones es una mera idea o razonamiento sin ninguna realidad subsistente fuera de la mente, como en los sistemas materialistas.

A menudo, Dios es concebido como el creador sobrenatural y supervisor del universo (teísmo). Los teólogos han adscrito una variedad de atributos a las numerosas concepciones diferentes de Dios. Entre estos, los más comunes son omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia, omnibenevolencia (perfecta bondad), simplicidad divina, y existencia eterna. Dios también ha sido concebido como de naturaleza incorpórea, un ser personal, la fuente de toda obligación moral, y el «mayor ser concebible con existencia».[3]​ Estos atributos fueron descritos en diferentes grados por los primeros filósofos-teólogos judíos, cristianos y musulmanes, incluidos Maimónides,[4]san Agustín,[4]​ y Al-Ghazali,[5]​ respectivamente. Muchos destacados filósofos medievales y filósofos modernos desarrollaron argumentos a favor de la existencia de Dios.[5]​ En esta línea, numerosos filósofos e intelectuales contemporáneos han desarrollado y estudiado tanto argumentos a favor como argumentos en contra de la existencia de Dios.[6]

  1. a b Real Academia Española. «dios». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Roberts, Edward A.; Pastor, Bárbara (2005). «deiw-». Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española. Alianza. p. 34. ISBN 84-206-5252-0. 
  3. a b Swinburne, R. G.: «God», en Honderich, Ted (ed.): The Oxford Companion to Philosophy. Oxford (Reino Unido): Oxford University Press, 1995.
  4. a b Paul Edwards (philosopher) (1995): «God and the philosophers», en Honderich, Ted (ed.): The Oxford Companion to Philosophy. Oxford (Reino Unido): Oxford University Press, 1995.
  5. a b Platinga, Alvin. "God, Arguments for the Existence of," Routledge Encyclopedia of Philosophy, Routledge, 2000.
  6. Haught, James A. 2,000 Years of Disbelief: Famous People with the Courage to Doubt. Amherst: Prometheus Books, 1996. ISBN 1-57392-067-3.


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