Para las ciencias históricas, el diploma (del latín díplōma, y del griego clásico δίπλωµα, "diploma", «doblado»)[1] es un documento «redactado siguiendo unas normas que le dan credibilidad y validez»,[2] y emanado generalmente de una autoridad soberana o de un entidad oficial, que confiere o atestigua un derecho (patente, bula), un título (nobiliario, profesional), un reconocimiento (condecoración, premio) o un título académico (grado, máster, doctorado). Conlleva elementos de autentificación mediante unos signos de validación como puede ser un sello, un monograma, una firma manuscrita o un reconocimiento del escribano.[3] Es parte del objeto de estudio de la diplomática.[4]