Don (abreviado D.)[1] o doña (abreviado Dña. o D.ª)[1] es un vocablo de origen hispano muy usado protocolarmente que antecede al nombre de la persona y que se usa como una expresión de respeto, cortesía o distinción social.
En España y sus reinos de las Indias se usó para diferenciar al plebeyo del noble, o al criollo del común de las personas. Las personas que no tenían ejecutoría de nobleza eran gravadas en sus bienes y se les conocía como pecheros.
La anteposición de don al nombre de los varones y de doña al de las mujeres no indica un título sino un tratamiento deferencial cuyo uso tuvo grandes variaciones a lo largo del tiempo.