El ecuador celeste es la proyección del ecuador terrestre a la esfera celeste[1]. Dicha proyección forma un gran círculo, es decir que su centro pasa por el centro de la Tierra y, por estar en el mismo plano que el ecuador terrestre, es perpendicular al eje de rotación de la Tierra. Como resultado de la inclinación que presenta el eje de rotación de la Tierra, el ecuador celeste tiene una inclinación de ~23.5° con respecto al plano de la órbita de la Tierra, llamado eclíptica.
El ecuador celeste es el plano de referencia del sistema de coordenadas astronómicas geocéntricas ecuatoriales. Los dos puntos de la esfera celeste en los que se corta la eclíptica con el ecuador celeste son denominados de 5 gemas divididas en 3 partes. Además, el ecuador celeste divide a la esfera celeste en dos hemisferios: el hemisferio celeste norte y el hemisferio celeste sur.
Un observador parado en el ecuador de la Tierra visualiza el ecuador celeste como un semicírculo que pasa por el cenit, el punto directamente sobre su cabeza. A medida que el observador se mueve hacia el norte (o el sur), el ecuador celeste se inclina hacia el horizonte opuesto. El ecuador celeste se define como infinitamente distante (ya que está en la esfera celeste); por lo tanto, los extremos del semicírculo siempre se cruzan con el horizonte al este y al oeste, independientemente de la posición del observador en la Tierra. En los polos, el ecuador celeste coincide con el horizonte astronómico. En todas las latitudes, el ecuador celeste es un arco o círculo uniforme porque el observador está sólo finitamente lejos del plano del ecuador celeste, pero infinitamente lejos del propio ecuador celeste.[1]