Los edictos de Ashoka son treinta y tres edictos proclamados por el emperador Ashoka e inscritos en cuevas, muros, rocas y los pilares de Ashoka, una serie de columnas repartidas por sus dominios con el objetivo de hacer llegar el contenido de estos edictos a toda la población. Algunos pilares contienen más de un edicto, otros son monográficos y finalmente otros no conservan el texto original. Los edictos explican partes de la vida de su creador y su visión del dharma, y constituyen un testimonio clave de la historia del budismo y de las costumbres del siglo III a. C..
Los textos fueron dictados por el emperador Ashoka y repartidos por todo el subcontinente indio durante su reinado sobre el Imperio Maurya desde en 269 a. C. hasta el 232 a. C. Estas inscripciones son los documentos históricos más antiguos de la India que se han descifrado y los primeros en mencionar el budismo. Los edictos giran en torno a algunos temas recurrentes: la conversión de Ashoka al budismo, descripción de sus esfuerzos por difundir esta religión, sus preceptos morales y religiosos, así como su programa social y el bienestar de los animales. Las inscripciones eran para el pueblo común y estaban en lugares públicos.
Su mensaje central es la idea de la retribución, según la cual se recibe en vidas futuras lo que se causa en la presente.