Edo (江戸 edo?, «estuario»), a veces romanizado como Jedo, Yedo o Yeddo,[1] es el nombre que ostentó la actual ciudad de Tokio hasta 1868, año de la restauración Meiji. Edo fue la sede de poder del Shogunato Tokugawa, que gobernó Japón entre 1603 y 1868. Durante este período la ciudad creció hasta convertirse en una de las grandes urbes del mundo y lugar de una cultura urbana centrada en la noción de un «mundo flotante».[2]