El término erotismo (del griego ἔρως: érōs) designaba originalmente el amor apasionado unido con el deseo sexual, sentimiento que fue personificado por el dios Eros. Se refiere en general a una «cualidad de ciertos hechos y situaciones que estimulan la sensualidad»[1] o a aquello que «excita el placer sexual»,[1] así como a las diversas representaciones, particularmente culturales y artísticas, que expresan o despiertan esta afección de los sentidos. El término también se refiere a una contemplación filosófica relativa a la estética del deseo sexual, la sensualidad y el amor romántico. Esta cualidad puede encontrarse en cualquier forma de arte, como la pintura, la escultura, la fotografía, el teatro, el cine, la música o la literatura. También puede encontrarse en la publicidad. El término también puede referirse a un estado de excitación sexual o a la anticipación de la misma: un impulso, deseo o patrón de pensamientos sexuales insistentes.
Por extensión, el erotismo también puede referirse a la naturaleza de la relación que se desarrolla entre los individuos como resultado de esta atracción. Tiene una relación evidente con la sensualidad, la sexualidad y las capacidades de atracción entre los seres humanos.[2]
Como afirmó el novelista francés Honoré de Balzac, el erotismo depende no solo de la moral sexual del individuo, sino también de la cultura y la época en la que reside.[3][4][5]
En español y en otros idiomas modernos, el término «erotismo» es una palabra compleja que puede tener dos significados, ya que está compuesta por dos conceptos, por lo tanto se puede hablar de dos tipos diferentes de erotismo según el sentido que lo define:
Por un lado, la picardía (entendida como acción o dicho en el que hay malicia o atrevimiento, aunque no una clara insinuación) y la propia insinuación, que puede designarse como erotismo poético o erotismo romántico, y se entendería como una respuesta a la búsqueda de interacción social. Por otro lado, la pornografía está relacionada directamente con los preludios del acto sexual (específicamente en los juegos sexuales), con los que se pretende desarrollar la excitación de la pareja y la lubricación de los órganos genitales, lo cual facilita el coito y otros tipos de comportamientos sexuales.