El escapismo consiste en la práctica de escapar desde un encierro físico o de otras trampas. Los escapistas (también denominados «artistas del escape») escapan de esposas, cadenas, camisas de fuerza, jaulas, cofres, cajas de acero, barriles, bolas, edificios en llamas, tanques de agua u otros peligros, a menudo combinados.
Algunos trucos de los escapistas son logrados por medio de técnicas del ilusionismo;[1] otros son actos genuinos de flexibilidad, fuerza y audacia.