Un estado pendular[1] (en inglés swing state), también llamado estado en disputa[2] (battleground state) o estado púrpura (purple state), es, en la política presidencial de los Estados Unidos, una expresión mediática para referirse a aquellos estados que no tienen un candidato claro en las encuestas. La expresión de estado púrpura viene del hecho de que un estado que no es claramente mayoritariamente demócrata (azul) ni mayoritariamente republicano (rojo), es por tanto "púrpura", ya que este color es el resultado de mezclar rojo y azul en una paleta.
Estos estados suelen ser los objetivos primordiales de los dos grandes partidos en las elecciones presidenciales, el candidato que gane en estos estados tiene mayores posibilidades de ganar las elecciones. Por otra parte los "estados no pendulares" (non-swings states) suelen llamarse también "estados seguros" (safe states) ya que se sabe, a través de encuestas o por tradición de voto, el candidato que va a ser elegido por ese estado.
La existencia de estados pendulares y seguros se debe a que el presidente de Estados Unidos no se elige por voto directo, sino que los ciudadanos eligen a miembros del Colegio Electoral. Salvo en Maine y Nebraska, todos los electores de un estado se asignan al partido que obtuvo más votos en ese estado. Por tanto, un estado se considera seguro si las encuestas dan que un partido tiene gran ventaja con respecto al otro, y en caso contrario se lo considera pendular.
Como consecuencia, la campaña electoral se centra en los estados pendulares, donde ambos partidos consideran que tienen oportunidades de ganar. En cambio, en los estados seguros la campaña es mucho más reducida, lo que incluye los tres estados más poblados: California, Texas y Nueva York.