Un eyalato[1][2] (del árabe iyala(t), en turco otomano eyâlet, pronunciado [ejaːˈlet], a veces transcrito como eyalet) era una antigua división administrativa primaria del Imperio otomano. El término a veces es traducido como provincia o gobernación. Dependiendo de la categoría del gobernador, fueron también conocidos a veces como bajalatos (regidos por un bajá), beylerbeylicatos (regidos por un bey o un beylerbey) y kapudanlicados (regidos por un capitán bajá).
Desde 1453 hasta principios del siglo XIX, los gobiernos otomanos locales se estructuraban libremente.[3] En un principio el imperio estaba dividido en provincias llamadas eyalatos, regidos por un bajá de tres colas.[3] El Gran Visir era el responsable de nombrar todos los altos funcionarios del Estado, tanto en la capital como en provincias.[3] Entre 1861 y 1866, estos eyalatos fueron abolidos, y el territorio fue dividido para su administración en vilayatos.[3]
Los eyalatos estaban subdivididos en distritos llamados livas o sanjacados, cada uno de los cuales estaba a cargo de un bajá de una cola, con el título de Mira-lira, o Sanjak-bey.[4] Estos distritos fueron llamados por lo general bajalatos por los europeos.[4] El bajá era investido con poderes de gobierno absoluto dentro de su distrito, teniendo a su cargo tanto los departamentos militares y financieros, como la policía y la justicia penal.[4]
En funciones oficiales, el orden de precedencia de los gobernadores de los eyalatos era: Egipto, Bagdad, Habesh, Buda y Anatolia, y el resto ordenados de acuerdo al orden cronológico de su conquista.[5]