El término fatalismo (formado a partir de la raíz latina fatum, que significa 'destino') y su derivado «fatalista» es la creencia en una necesidad que, negando la libertad, se impondría irremediablemente al ser humano. En sentido corriente, el fatalismo se refiere a la creencia en el determinismo de los acontecimientos, dirigidos por causas independientes de la voluntad humana, sea este determinismo procedente de fuerzas sobrenaturales como los dioses, de las leyes naturales, del ambiente o de las experiencias adquiridas en el pasado.
Esta noción de fatalismo conlleva una connotación negativa, tanto en el lenguaje corriente como en el filosófico. En cambio, ha prevalecido la postura del determinismo que postula la concatenación de eventos según el principio lógico de la causalidad.[cita requerida]