Marguerite Perey descubrió este elemento en 1939. El francio fue el último elemento químico descubierto en la naturaleza antes de ser sintetizado.[1] Fuera del laboratorio, el francio es extremadamente escaso, encontrándose en trazas en menas de uranio y de torio, donde el 223Fr está continuamente formándose y desintegrándose. La cantidad de 223Fr en la corteza terrestre en un momento dado posiblemente no exceda los 30 gramos; el resto de los isótopos son sintéticos. La mayor cantidad recuperada de cualquiera de sus isótopos fue un clúster de 10 000 millones de átomos (de 210Fr) sintetizado como un gas ultra frío en Stony Brook en 1996.[2]
↑Algunos elementos sintéticos, como el tecnecio, fueron hallados después en formal natural.
↑CRC Handbook of Chemistry and Physics. Volumen 4. Página 12. 2006. CRC. ISBN 0-8493-0474-1