Francisco I de Francia

Francisco I de Francia
Rey de Francia
Rey de Francia
1 de enero de 1515-31 de marzo de 1547
Predecesor Luis XII de Francia
Sucesor Enrique II de Francia
Información personal
Nombre completo François de Valois et d' Angoulême
Otros títulos Conde de Angulema (1496-1515)
Duque de Valois (1498-1515)
Duque de Orleans (1514-1515)
Duque de Romorantin (1498-1515)
Señor de Parma (1515-1521)
Señor de Plaisance (1527-1529)
Conde de Civray-en-Poitou (1498-1515)
Barón de Fère-en-Tardenois (1507-1515)
Coronación 25 de enero de 1515, en la catedral de Reims
Nacimiento 12 de septiembre de 1494
Cognac
Fallecimiento 31 de marzo de 1547 (52 años)
Rambouillet
Sepultura Basílica de Saint-Denis
Familia
Casa real Valois-Angulema
Dinastía Dinastía Capeta
Padre Carlos de Orleans
Madre Luisa de Saboya
Consorte Claudia de Francia
Leonor de Austria
Hijos Luisa de Francia (1515-1518)
Carlota de Francia (1516-1524)
Francisco III de Bretaña (1518-1536)
Enrique II de Francia (1519-1559)
Magdalena, Reina de Escocia (1520-1537)
Carlos de Valois, duque de Angulema (1522-1545)
Margarita, duquesa de Berry (1523-1574)

Firma Firma de Francisco I de Francia

Francisco I de Francia (Cognac, 12 de septiembre de 1494-Rambouillet, 31 de marzo de 1547), conocido como el Padre y Restaurador de las Letras, el Rey Caballero y el Rey Guerrero, fue consagrado como rey de Francia el 25 de enero de 1515 en la catedral de Reims, y reinó hasta su muerte en 1547.

Su reinado permitió a la nación francesa ejercer un papel importante en los asuntos europeos y colocarse como una potencia económica de primer orden. Hijo de Carlos de Angulema y de Luisa de Saboya, pertenecía a la rama Valois-Angulema de la dinastía de los Capeto.

Francisco I es considerado como el monarca emblemático del período del Renacimiento francés. Su reinado permitió un desarrollo importante de las artes y las letras en Francia. La atracción que sentía por Italia se manifestó en el mecenazgo que ejerció sobre algunos artistas italianos como Leonardo Da Vinci.[1]

En el plano militar y político, el reinado de Francisco I estuvo plagado de guerras y de importantes acontecimientos diplomáticos. Tuvo un rival poderoso en la figura del emperador y rey de España Carlos I y debió contar con los intereses diplomáticos del rey Enrique VIII de Inglaterra, siempre deseoso de posicionarse como aliado de uno u otro bando. Francisco I registró éxitos y fracasos, pero no le permitió a su enemigo imperial concretar sus planes, cuya realización comprometería la integridad del reino. Sus esfuerzos guerreros acarrearon pesadas consecuencias para el Occidente cristiano al permitir que el imperio otomano se apoderase de la casi totalidad del reino de Hungría y llegase hasta las puertas de Viena.

  1. Bennassar, Bartolomé. La Europa del Renacimiento. Madrid: Anaya. p. 76. 

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