La franquicia es una palabra de derivación anglo-francesa de Franc- y se utiliza tanto como un sustantivo o como verbo (transitivo). El diccionario de la Real Academia Española la define como una «concesión de derechos de explotación de un producto, actividad o nombre comercial, otorgada por una empresa a una o varias personas en una zona determinada».[1]
Una franquicia es un acuerdo entre el franquiciador (o franquiciante) y el destinatario o franquiciado (o franquiciatario), en virtud del cual el primero cede al segundo la explotación de los derechos de uso de determinado nombre o marca, así como los sistemas de producción y mercado del producto.
Hay varios elementos importantes que componen la franquicia: la marca comercial que distingue al franquiciador, un determinado "saber hacer" (o know-how) y la formación impartida a los franquiciados. A cambio de la sesión, el franquiciador recibe una regalía, royalty o canon que podrá retribuir la cesión de la marca comercial, el know-how cedido y la tasa de formación y asesoramiento.
La franquicia se concede, por lo general, por un período determinado y para un determinado "territorio". Puede ser una franquicia exclusiva o no exclusiva. Varios tangibles e intangibles, tales como servicios de apoyo nacionales o internacionales de publicidad, formación y otros, se hacen disponibles comúnmente por el franquiciador. Los acuerdos suelen durar entre cinco y treinta años, con la posibilidad de cancelación o rescisión anticipada mediante un preaviso. El incumplimiento de las cláusulas contractuales suele acarrear consecuencias graves para los franquiciados.
Las franquicias han existido desde hace siglos[2] pero no empezó a extenderse hasta la década de 1930 en Estados Unidos, cuando el establecimiento de la electricidad, los vehículos y, en la década de 1950, el sistema de autopistas interestatales ayudó a impulsar el establecimiento de franquicias, en especial la basada en la venta de alimentos o establecimientos de servicios. Según la Asociación Internacional de Franquicias, aproximadamente el 4 % de todos los negocios en los Estados Unidos son franquicias.