Las fuerzas armadas (FF. AA.) o fuerzas militares[1] son una organización militar de un Estado que tienen como misión fundamental defender la soberanía y la integridad territorial. Suelen dividirse en ramas, servicios armados separados que agrupan los recursos militares empleados por dicho estado en tierra (ejército de tierra), mar (armada) y aire (fuerza aérea). En el caso de los cuerpos policiales su objetivo es usar la fuerza de forma controlada para imponer el orden y hacer cumplir la ley. En algunos países, los gobiernos cuentan con fuerzas armadas irregulares, que se llaman grupos paramilitares.
El estudio del empleo de las fuerzas armadas es conocido como ciencia militar. En sentido amplio esto involucra la consideración de ataque y defensa en tres "niveles": estrategia, arte operativo y táctica. Cada una de estas áreas estudia la aplicación del uso de la fuerza para alcanzar un objetivo determinado.[2]
Las fuerzas armadas nacionales pueden ser organizadas como fuerzas permanentes (o un ejército regular), lo cual describe un ejército profesional cuya única función es la de prepararse para entrar en combate. En contraste, existe el ejército civil, que se moviliza solo en la medida en que se lo requiere. La ventaja del ejército civil yace en su menor coste para la sociedad. La desventaja es que un ejército civil se encuentra menos entrenado y organizado. Históricamente, los ejércitos profesionales, normalmente han triunfado contra ejércitos civiles mayores en número en enfrentamientos armados.
Un término medio entre ambos sistemas, requiere un cuadro de dirigentes compuesto por suboficiales profesionales y oficiales que actúan como un esqueleto para una fuerza a gran escala. En tiempos de guerra, este esqueleto se completa con reclutas y reservistas (ex - soldados que se ofrecen por un salario reducido para entrenarse ocasionalmente con el cuadro de dirigentes para mantener sus habilidades militares intactas). Para los estados que optan por esta fórmula, esto genera un equilibrio entre los pros y contras de cada sistema organizativo y permite la formación de ejércitos gigantescos (en términos de millones de combatientes), necesarios en guerras modernas a gran escala.
En la mayoría de países grandes, las FF. AA. se dividen generalmente en un ejército de tierra, una fuerza aérea y una armada (si el país tiene costa). Estas divisiones pueden ser exclusivamente para facilitar el entrenamiento y la gestión, o pueden ser ramas completamente independientes responsables de conducir operaciones, independientemente de los demás servicios. La mayoría de los países pequeños poseen una única organización militar que abarca todas las FF. AA.
El estado de preparación de una organización militar puede ser indicado por su estado DEFCON (condición de defensa o condición defensiva, en Estados Unidos y en Reino Unido).