Un funeral de Estado es una ceremonia funeraria pública en honor de figuras políticas como los jefes de Estado o del gobierno de un país, y en ocasiones a otras personas de importancia nacional.[1] No debe confundirse un ‘funeral de Estado’ con un funeral católico.[2][3]
Estos tienden a ser autorizados o concedidos por la rama ejecutiva de la nación, en caso contrario por la rama legislativa. Muchos países mantienen protocolos que indican el tipo de persona a la que se concede (políticos, militares, realeza), en otros la decisión depende del gobierno, por ejemplo, a personas basadas en mérito.