Gary Becker | ||
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Gary Becker en 2000 | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
2 de diciembre de 1930 Pottsville (Estados Unidos) | |
Fallecimiento |
3 de mayo de 2014 Chicago (Estados Unidos) | (83 años)|
Causa de muerte | Complicaciones quirúrgicas | |
Sepultura | Oak Woods Cemetery | |
Residencia | Pottsville | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Lengua materna | Inglés | |
Educación | ||
Educado en |
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Supervisor doctoral | Harold Gregg Lewis | |
Información profesional | ||
Ocupación | Economista, profesor universitario, criminólogo y educador | |
Área | Economía | |
Cargos ocupados | Consultor senior | |
Empleador |
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Miembro de |
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Gary Stanley Becker (Pottsville, Pensilvania, 2 de diciembre de 1930 - Chicago, Illinois, 3 de mayo de 2014)[1] fue un economista estadounidense y profesor de la Universidad de Chicago.
Estudió en la universidad de Princeton y posteriormente realizó sus estudios en la Universidad de Chicago, de donde se graduó en 1955 con su tesis “La economía de la discriminación racial”. Afirmó en múltiples ocasiones que fue ahí en donde encontró y desarrolló su interés por el estudio de las ciencias sociales, influenciado por Milton Friedman, quien realizaba estudios relacionados con problemas del mundo real, como mercados laborales, capital humano, entre otros. El interés que ambos tenían por estos temas los llevó a trabajar juntos en investigaciones en donde explicaban temas como los prejuicios de los ingresos, empleo y las minorías con ayuda de la teoría económica, siendo los supuestos de racionalidad y maximización de la utilidad, características importantes de cada uno de sus estudios.
Fue laureado con el Premio de Economía Conmemorativo de Alfred Nobel en 1992 por ampliar el dominio del análisis microeconómico a un mayor rango de comportamientos humanos fuera del mercado. Por otro lado recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos en 2007, la cual es otorgada a aquellos ciudadanos que hayan brindado contribuciones a la seguridad de Estados Unidos, paz mundial y cultura, entre otros intereses públicos y privados, por lo que se considera el más alto honor que la nación le puede conceder a un civil.