Genocidio griego | ||
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Civiles griegos lamentan sus parientes muertos en el incendio de Esmirna, 1922 | ||
Ubicación | Imperio otomano | |
Perpetradores | Imperio otomano, Comité de Unión y Progreso, Movimiento Nacional Turco | |
Víctimas | Pueblo griego, particularmente griegos pónticos, capadocios y jónicos | |
Cifra de víctimas | 500 000 a 900 000 muertos | |
El genocidio griego (en griego: Γενοκτονία των Ελλήνων Genoktonía ton Ellínon; en turco: Rum Soykırımı o Rum Kırımı), también denominado genocidio de los griegos pónticos,[1][2][3] es una locución controvertida usada para referirse a los sucesos a los cuales se vieron enfrentados los griegos pónticos antes y durante la Primera Guerra Mundial. La ONU no reconoce el hecho como genocidio y, si bien algunos estados de Estados Unidos sí lo reconocen, el gobierno federal estadounidense no se ha pronunciado al respecto.
Estos términos se usan para referirse a las persecuciones, masacres, expulsiones y marchas de la muerte de las poblaciones griegas en la región histórica del Pontos, las provincias al sudeste del mar Negro en el Imperio otomano, durante los albores del siglo XX por la administración de los Jóvenes Turcos. Se ha argüido que las matanzas continuaron durante el Movimiento Nacional Turco liderado por Mustafa Kemal Atatürk[4][5][6] quien había organizado la lucha contra la invasión griega de la Anatolia occidental.[7] Hubo atrocidades tanto espontáneas como organizadas en ambos lados desde la ocupación griega de Esmirna, que conllevó masacres de la población civil turca,[8] y después de 1919. Tanto los movimientos nacionales de Grecia como de Turquía masacraron o expulsaron a otros grupos étnicos bajo su control.[9]
De acuerdo a diversas fuentes, la cifra oficial de griegos muertos en Anatolia fue de 300 000 a 360 000 hombres, mujeres y niños. El reconocimiento oficial de tales sucesos es limitado, y el hecho de que estos incidentes constituyan un genocidio ha estado bajo debate. El gobierno turco sostiene que al llamar estos actos «genocidio», el Gobierno griego «reafirma la tradicional política griega de distorsionar la historia».[10] Turquía, del mismo modo, ha negado la veracidad histórica de los contemporáneos genocidios armenio y asirio.