La gens Octavia fue una familia plebeya de la Antigua Roma, que fue elevada al estatus de patricia por Julio César durante el siglo I a. C. El primer miembro de la gens que consiguió destacar fue Gnaeus Octavius Rufus, cuestor circa 230 a. C.. En los dos siglos siguientes, los Octavii alcanzaron muchos de los empleos más altos del estado; pero el más celebrado de la familia fue Octavio, el sobrino nieto e hijo adoptivo de César, quien fue proclamado Augusto por el senado en 27 a. C.[1]